Pienso en ti como un carro a gran velocidad que no se detiene, que si suelto el volante pierdo el control rápidamente y es difícil de volver a poner el carro en camino recto, como si el volante tuviera una fuerza invisible que no me deja enderezarlo y se dirige al desastre, por mas fuerza que aplique no puedo enderezarlo por mas que me enoje las cosas solo salen peor puesto que el tiempo es algo vital y no debo dejarlo pasar. La única forma que he encontrado para volver a dejarte derecha es hablándote despacio y pensando todas las palabras, construyendo una nueva realidad en la que tu y yo vamos de frente al futuro y no directo al desastre, mientras mas hablo mas accesible el volante empieza a ser, poco a poco la fuerza invisible desaparece y volvemos a la realidad en donde tu y yo viajamos juntos y no nos dirigimos a donde no hay mas que decir...Después de unos momentos de paz, tu y yo cerramos los ojos y volvemos a dormir, tranquilos, sin preocuparnos a donde vamos porque sabemos que el camino es recto y solo lleva a un lugar, se que pronto la fuerza invisible volverá a tomar tu volante para dirigirte al desastre de nuevo, pero siempre estaré hay para hablarte despacio y para alejarte del lugar en donde no hay nada más que decir, en donde nada puede existir, más que el dolor y la angustia de no volverte a ver...
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